Sigue yendo por todos los que siguen trabajando para que la salida del Covid-19 sea escalonada, justa y compartida, atendiendo a los indicadores positivos fruto de la responsabilidad y del trabajo junto a los indicadores inquietantes que obligan a ir paso a paso, equilibrándolos entre el necesario y estimulador afronte de la normalidad con la cautela y prevención.
NO son bienvenidos, aunque si inevitables, especuladores de una cosa y la contraria, virus desinformativos, agoreros muy interesados del apocalipsis, ni quejicas no corresponsables, es decir, no caben "palos en las ruedas"; si en cambio, colaboradores, otra vez de buena fe, que estén a "las duras y a las maduras".
Queda en evidencia que las Comunidades Autónomas, que total o casi totalmente no avanzan, no han puesto los recursos sanitarios requeridos para la lucha antiCovid, aun con transferencias de recursos desde el Estado, y condenan a sus ciudadanos, ahora si, a un castigo innecesario, con incoherencias que solo apuntan al intento de sacar rentabilidad partidista, y que esperemos no lo consigan.
Además, en la C.A. de Castilla y León no concuerda la Unidad Territorial de Referencia elegida, la Zona Básica de Salud, con el requisito 2a de la Orden que regula la cogobernanza de la transición hacia la nueva normalidad o desescalada, una comunidad autónoma homogeneamente despoblada en la mayoría de sus zonas básicas de salud, también a nivel provincial :
2a: Las razones por las que se considera que el territorio en cuestión tiene unas condiciones de homogeneidad que aconsejan un tratamiento común del mismo y diferenciado del resto de la provincia o de la comunidad autónoma.
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